Los líderes del G7 expresaron su inquietud por la acumulación de arsenal nuclear «sin diálogo» por parte de China, que dijeron supone «una preocupación para la estabilidad mundial y regional». El Grupo de los Siete desveló esa posición en un comunicado conjunto al término de una cena de trabajo a puerta cerrada sobre diplomacia y seguridad, que se celebró en el primer día de la cumbre de mandatarios en Hiroshima.
«La acumulación acelerada de China de su arsenal nuclear sin transparencia ni diálogo significativo plantea una preocupación para la estabilidad mundial y regional», destacó el texto que hace referencia al Plan de Hiroshima como una posible hoja de diálogo. En este sentido, los líderes del Grupo de los Siete instaron a China y Rusia, contra cuya «maquinaria de guerra» ha impuesto nuevas sanciones, a participar de manera sustantiva en foros multilaterales y bilaterales relevantes, en línea con sus obligaciones en virtud del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP).
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China dispone de un arsenal de 350 ojivas nucleares, muy por debajo de Rusia (4.477) y Estados Unidos (3.708). Pero podría alcanzar hacia 2035 unas mil 500 ojivas, según Washington.
«El TNP debe definirse como la piedra angular del régimen mundial de no proliferación nuclear y la base para la búsqueda del desarme nuclear y los usos pacíficos de la energía nuclear», dijeron los líderes en dicho comunicado. Los mandatarios de Japón, Estados Unidos, Canadá, Alemania, Reino Unido, Francia e Italia (el G8 sin Rusia, expulsada del grupo tras la anexión de Crimea) cerraron así filas con respecto a este tratado, que entró en vigor en 1970 y que es mucho menos ambicioso que el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares (TPNW, en inglés), no ratificado por ningún miembro del grupo.
Los líderes del G7 anunciarán este sábado, durante el segundo día de su cumbre en Hiroshima, nuevas herramientas para frenar la «coacción económica» de China y otros países, adelantó a la prensa un alto funcionario estadounidense. El canciller alemán, Olaf Scholz, dijo sin embargo que existe un «claro consenso» con respecto a China y que ningún país del club de naciones industrializadas persigue el «desacople» de ese país del comercio mundial ni exclusión alguna. «Todos piensan que China ha de poder tener un buen desarrollo [económico], también en lo que respecta al bienestar económico de sus ciudadanos», aseveró el canciller.