El Ministerio de Defensa de Rusia informó en su parte diario de un ataque con misiles contra Ucrania. «En la zona de Zaporiyia un misil de alta precisión destruyó un almacén con 70 mil toneladas de combustible para su empleo por las Fuerzas Armadas de Ucrania en el Donbás», señala el parte castrense.
Según Kiev, durante el ataque ruso en Zaporiya, en cuya región se encuentra la mayor central nuclear de Europa, murieron un hombre de 50 años y su hija, de 11. Los equipos de rescate lograron localizar con vida a la madre, gravemente herida, entre las ruinas de la casa donde vivía la familia, que recibió el impacto de un misil ruso. Las tropas rusas controlan parte del territorio de Zaporiyia, incluida su central atómica, pero no la capital de la región.
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El gobernador de la región fronteriza rusa de Bélgorod, Viacheslav Gladkov, denunció dos bombardeos ucranianos que no causaron víctimas, pero sí daños materiales. El primer ataque, según Gladkov, se produjo contra el pueblo de Tishanka, a pocos kilómetros de la frontera ucraniana. «Los proyectiles dañaron cuatro casas privadas», escribió en Telegram. El segundo bombardeo tuvo lugar dos horas más tarde en la aldea de Vosnesenovka, y aparte de las viviendas causaron daños en una empresa agrícola, agregó.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, tachó en una entrevista de «histérica» la reacción de los países occidentales a los planes rusos de emplazar armas nucleares tácticas en Bielorrusia y recordó las «armas nucleares estadounidenses emplazas aquí en Europa». El secretario del Consejo de Seguridad de Bielorrusia, Alexandr Vólfovich, descartó por su parte que las armas nucleares tácticas vayan a ser usadas. «Lo importante no es la cantidad, lo importante es la calidad y saber usarlas. Y sabemos cómo hacerlo… (Pero) No creo que lleguemos a usarlas», dijo, según informa la agencia oficial BELTA. Subrayó que las armas nucleares, sean tácticas o estratégicas, están destinadas a disuadir y a «garantizar la seguridad de Rusia y Bielorrusia».