Roberto Salazar II mantuvo una doble vida, por un lado era un infante de marina del Ejército de Estados Unidos que estaba activo en la Estación Aérea del Cuerpo de Marines de Miramar en el estado de Florida, y por otra parte conspiraba con un cártel del crimen organizado de México para importar y distribuir drogas ilícitas dentro del territorio estadounidense.
Incluso antes de que ingresara a las filas de las Fuerza Armadas estadounidenses, Salazar ya tenía contacto con narcotraficantes mexicanos. La asociación con los traficantes se basaba en el control y distribución tanto de sustancias controladas, así como heroína, metanfetamina, cocaína y fentanilo que terminaba en el mercado negro de Estados Unidos.
Con el negocio ilícito a la alza, Roberto Salazar ingresó al cuerpo de Marines donde reclutó a otros dos marinos para que lo ayudaran a importar las cargas de drogas desde México. Según la Oficina del Fiscal de Estados Unidos distrito Sur de California, el capo militar administró y pagó además a varios mensajeros de drogas, tanto antes de unirse a la Infantería de Marina como mientras estaba en servicio activo.
Según documentos judiciales, Salazar y sus cómplices favorecían el uso de modelos específicos de automóviles los cuales tenían un compartimiento de motor único que usaban para ocultar e importar drogas. Salazar ayudó a obtener estos autos específicos y los entregó a un negocio en México, donde los mensajeros eran enviados a recuperar los autos cargados con drogas para llevarlos al otro lado de la frontera.
El intento del marine por tener un narcocorrido
Cuando Salazar y sus coacusados fueron arrestados en octubre de 2022, según los fiscales, Salazar se había involucrado tanto en el narcotráfico que le encargó a un compositor mexicano que escribiera una balada sobre drogas conocida como “narcocorrido” sobre él.
La información recopilada de los teléfonos celulares incautados de Salazar mostró que estaba en comunicación con un compositor mexicano para escribir música y letras que celebraran su papel en el narcotráfico, incluidas referencias a su servicio militar.
En una línea que le sugirió Salazar al cantautor, se jactó: “Yo quería estudiar y ser soldado, pero me gustaba más la vida rápida”.
Entre las personas que Salazar reclutó personalmente se encontraban dos ex miembros del servicio que recientemente habían sido dados de baja de la Infantería de Marina en el momento en que Salazar los reclutó. El narco dirigía las actividades de estos hombres y les pagaba 2 mil dólares cada vez que importaban drogas con éxito.
Varios de los mensajeros de drogas que trabajaron para Salazar o sus cómplices, incluido uno de los ex infantes de marina reclutados por Salazar, fueron capturados en la frontera por agentes de Aduanas y Protección Fronteriza y acusados de importar sustancias controladas. En otro intento fallido de entregar drogas en Las Vegas, uno de los cómplices de Salazar abandonó un kilogramo de heroína en el estante de una tienda de comestibles y huyó de la policía.
Al respecto, el fiscal federal Randy Grossman indicó: “Este caso involucró a un infante de marina que se suponía que debía proteger y defender a nuestro país, pero en cambio causó un gran daño a los estadounidenses al traficar fentanilo y otras drogas peligrosas”, dijo y agregó:
“También traicionó su solemne juramento al reclutar a otros marines para que hicieran lo mismo. A través de este caso, el acusado rindió cuentas por sus crímenes y hemos desmantelado otro eslabón más en la cadena de suministro de los narcóticos mortales que están matando indiscriminadamente a miembros de nuestra comunidad”, sentenció el fiscal.
Por su parte, Chad Plantz, el agente especial a cargo del Departamento de Seguridad (HSI) de San Diego, indicó: “Si bien está desanimado por un individuo que se escondió en las filas de nuestro prestigioso ejército de EU, esto debería servir como una advertencia para cualquier posible contrabandista de narcóticos, de que no pueden ocultar sus crímenes nefastos y tendrán que rendir cuentas”.
Esta semana se dio a conocer la sentencia que Roberto Salazar II deberá cumplir en la cárcel al ser hallado culpable de conspirar con cárteles mexicanos. El contactar al compositor mexicano para que le compusiera un narcocorrido lo sentenció a ser atrapado por las autoridades estadounidenses. El marine expulsado deberá permanecer al menos 12 años cárcel por narcotraficante.
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