El próximo 5 de junio, al día siguiente de las elecciones en Coahuila y el EdoMex, arrancará la campaña presidencial en México. La duda no es quién ganará en Coahuila, sino cuál será la diferencia con la que le ganará Manolo Jiménez (Alianza) a Armando Guadiana (Morena), la cifra podría ser de dos dígitos. En el EdoMex, la situación no está nada clara, si bien parecería que Delfina Gómez (Morena) va al frente vs. Alejandra del Moral (Alianza), el final podría ser bastante más complicado de lo que hoy parece.
Hace poco menos de un año, el futuro electoral del país estaba “casi definido”, y se daba por descontado que Morena arrasaría en las dos elecciones del 2023. Hoy, para Morena, su mejor escenario posible sería ganar “aceptablemente” en el EdoMex, pero si el resultado fuera muy ajustado -lo cual es posible- el futuro electoral de Claudia Sheinbaum estaría muy comprometido y las posibilidades de Adán Augusto López para llevarse la candidatura presidencial por Morena crecerían notablemente.
En diciembre de este año, conoceremos a los candidatos presidenciales que competirán en 2024. El golpeteo político va a ser la constante del segundo semestre. Todos contra todos. Llegó el momento de las definiciones y de las renuncias, para poder competir de tiempo completo, sin la atadura que supone el tener un cargo público. ¿Veremos finalmente renunciar a Marcelo Ebrard y a Ricardo Monreal? Sus posibilidades de estar en la papeleta el año próximo disminuyen día a día. Claudia y Adán Augusto tendrán que esperar a lo que el “dedito presidencial” ordene. Perdón, la encuesta.
Por el lado de las dirigencias de los partidos políticos la situación es muy compleja: En Morena es muy probable que Mario Delgado tenga que renunciar ante la muy posible decisión del TRIFE de invalidar su presidencia. En el PRI, la permanencia de Alito depende de la resolución del INE. El previsible triunfo de la Alianza en Coahuila no es mérito suyo, pero si ésta pierde en el EdoMex será su responsabilidad. Al PAN, su dirigente Marko Cortés se le ha convertido en un lastre, muchos ven con urgente necesidad un relevo en la presidencia del partido. Bien podría ser Mauricio Vila, actual Gobernador de Yucatán.
El caso de Movimiento Ciudadano es un tema complicado; no está claro si podrán presentar a un candidato realmente competitivo en 2024 y si éste aceptará competir por un partido que se ha diluido de forma importante y cuya presencia a nivel nacional es muy desigual.
Del resto de los partidos (PRD, PV, PT y otros) no vale la pena mención alguna, bailarán al son que sus amos ordenen.
El tema más complejo -si todo lo anterior no fuera suficiente- está en el candidato que presentará la Alianza (PRI/PAN/PRD) pues no se ha discutido aún el método de selección -encuesta, elección primaria, etc.- pero sobre todo no han podido definir el perfil que deberá tener el candidato aliancista.
¿Tendrán claro en la Alianza el perfil de un candidato verdaderamente competitivo y qué capacidades deberá tener éste para proponer al México equitativo, seguro, justo y próspero de los próximos 50 años?
México ya no necesita un Gobierno fuerte dirigido por un caudillo.
Tampoco necesitamos elegir nuevamente al menos malo. En 2024 necesitamos un Presidente inteligente, que tenga liderazgo con sensibilidad social, con experiencia probada, talento creativo y sobre todo capacidad de escuchar y negociar. Un Presidente que entendiendo el pasado pueda reconciliar nuestro presente y nos proyecte al futuro. ¿Existe una persona con este perfil para gobernar México? Sí, sin duda.