Diego Fernández de Cevallos, con su bitácora de la resistencia, enfatizó que la única empresa que parece haber ganado aquí es Iberdrola, que se irá prácticamente de México con su dinero y ganancias. No queda claro de qué forma participaría el gobierno federal en la operación anunciada ni en qué medida apoyaría el cierre financiero de la operación. Tampoco queda claro cuál sería el beneficio para el país al adquirir estos activos, más allá de abonar al discurso ideológico, y por cierto equivocado, de una nueva nacionalización del sector.