Checo Pérez tuvo una mala sesión en la última práctica en Melbourne.
El mexicano quedó sexto a medio segundo de Max Verstappen, el más rápido de la ronda, y con muchas dudas.
Primero porque se perdió al menos los primeros 20 minutos de sesión debido a que los mecánicos tuvieron que trabajar en el Red Bull RB19. Luego, cuando estaba en su primera vuelta lanzada, se topó con tráfico en pista; también una bandera roja interrumpió el andar de Checo Pérez en la última práctica libre.
Pero lo más preocupante para Checo, el equipo y los aficionados del tapatío, es que Pérez bloqueó los frenos en varios sectores de la pista, provocando excursiones fuera de la misma y que no pudiese colocar un decente tiempo en el clasificador; básicamente la única información que estaban obteniendo del auto, era que está totalmente desbalanceado.
“Se comporta muy diferente entre curva y curva”, registró Checo Pérez por la radio. Nada más alarmante para un piloto de carreras, que no poder confiar en su auto. Lo peor, es que ya no hay tiempo de ensayar.
Red Bull y Checo Pérez tendrán que trabajar con la información recabada tras tres sesiones de ensayos, de las cuales solo la primera fue limpia –en la segunda fueron perjudicados por el tráfico y la lluvia-.
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