Javier Ávila Aguirre, activista y miembro de la comunidad Jesuita, en entrevista con José Cárdenas, expresó que la muerte del presunto responsable del homicidio de los dos jesuitas de Cerocahui, José Noriel Portillo, “El Chueco”, no representa un acto de justicia, “sino que suena más bien a venganza, y ese no es el camino”.