China debe asegurarse de que la gestión de la pandemia de Covid-19 es «más efectiva y científica» de ahora en adelante, declaró hoy el primer ministro saliente, Li Keqiang, durante la inauguración de la Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo).
Las palabras de Li suponen un paso más en el desmantelamiento de la estricta política de ‘cero covid’ comenzado el pasado diciembre tras casi tres años de duras restricciones.
Li, que advirtió de que la pandemia «no ha acabado», señaló en su informe de trabajo que el país ha entrado en una «fase de acciones reguladas» contra la enfermedad, que el pasado enero pasó de ser clasificada como una enfermedad de nivel A, el más peligroso, al B, lo que conlleva unas medidas de prevención más laxas.
El primer ministro indicó que China «ha logrado proteger eficazmente la seguridad y la salud del pueblo», después de que la relajación de las medidas el pasado diciembre provocase una oleada de contagios que desbordó el sistema sanitario.
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Poco antes del comienzo del desmantelamiento de la política de ‘cero covid’, el hastío por las restricciones desembocó en protestas en algunas ciudades chinas.
«El pueblo chino ha superado multitud de dificultades y ha hecho sacrificios, lo cual no ha sido nada fácil», declaró Li, que describió la gestión de la pandemia en China como «una gran victoria decisiva».
Pese a la relajación de la estrategia, el cónclave que comenzó hoy y se considera el principal acontecimiento político anual en China se celebra todavía bajo medidas anticovid.
Los asistentes a la reunión, a excepción de los lideres de mayor nivel, llevan mascarillas y los reporteros asistentes debieron realizar una prueba PCR el día anterior y guardar cuarentena en un hotel designado por la organización.
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El mes pasado, la cúpula dirigente del Partido Comunista de China (PCCh, gobernante) proclamó que, tras «un viaje extraordinario», se logró una «victoria decisiva» desde el desmantelamiento de las restricciones en diciembre.
La política de «cero covid», que llevaba vigente casi tres años, consistía en confinamientos allá donde se detectasen contagios, seguimiento de los movimientos de los ciudadanos, cierre casi total de fronteras y pruebas PCR constantes a la población.
«China creó un milagro en la historia humana», declararon los líderes del partido gobernante.
Entre el 8 de diciembre y el pasado 9 de febrero, período que cubre la retirada de las medidas de prevención más estrictas y la posterior ola de contagios, se registraron en China 83 mil 150 muertes en hospitales relacionadas con la Covid-19. EFE