La mujer trans que mató a tres niños y tres adultos en una escuela en Nashville compró y ocultó varias armas de fuego en su casa, aunque era tratada por problemas psiquiátricos, dijo la policía de esa ciudad del sureste de Estados Unidos.
Dos niñas de nueve años, un niño de nueve años, dos maestros y un conserje de la escuela murieron en el tiroteo del lunes, que reavivó el amargo debate público sobre el derecho a poseer armas en Estados Unidos.
El jefe de policía de Nashville, John Drake, dijo en rueda de prensa que Audrey Hale, de 28 años, había estado recibiendo tratamiento por un «trastorno emocional» y que sus padres, en cuya casa vivía, creían que había comprado y luego revendido una única arma de fuego.
Pero Hale llevaba dos rifles de asalto y una pistola cuando ingresó a la Escuela Covenant, un centro educativo de la Iglesia Presbiteriana Covenant de unos 200 alumnos al que había asistido en su infancia.
Hale, a quien la policía describió como una mujer que se identificaba con pronombres masculinos en las redes sociales, había preparado mapas detallados de la escuela y también dejó un manifiesto escrito que sugería que planeaba ataques en otros lugares.
«Audrey Hale compró legalmente siete armas de fuego en cinco armerías locales diferentes», dijo Drake. «Tres de esas armas fueron usadas en esta horrible tragedia».
«Estaba bajo atención médica por un trastorno emocional», agregó. «Sus padres sentían que no debería poseer armas. Tenían la impresión de que había vendido la única arma que poseía», pero «resultó que había estado escondiendo varias armas en la casa».
La policía de Nashville continúa indagando sobre los motivos que condujeron a Audrey Hale para ejecutar el mortal ataque. Drake precisó que los niños y los adultos muertos no fueron atacados individualmente y que aún se desconocía el motivo del tiroteo.
En un video de una cámara de seguridad se ve a Hale disparando a las puertas de vidrio para ingresar a la escuela antes de acechar los pasillos vacíos mientras las luces de alarma de emergencia parpadean. Hale, que vestía un chaleco negro de estilo militar, pantalones de camuflaje y una gorra roja, atravesó el edificio y abrió fuego contra niños y empleados.
La policía llegó al lugar unos 15 minutos después de la primera llamada de emergencia el lunes por la mañana. Imágenes de cámaras corporales de los agentes los muestran ingresando a las aulas y se escuchan múltiples disparos cuando se acercan al sitio donde abatieron a Hale.
Averianna Patton, una excompañera de secundaria de Hale, le dijo a una televisora que le había enviado mensajes directos a través de Instagram poco antes la masacre. «Algún día esto tendrá más sentido», escribió Hale. «Dejé atrás evidencia más que suficiente. Pero algo malo está por suceder».
Patton dijo que llamó a la policía para dar la voz de alerta, aproximadamente cuando se iniciaba el tiroteo. En la búsqueda de un motivo, Drake mencionó a NBC News que podía haber «cierto resentimiento» de Hale por tener que ir a esa escuela.
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Uno de los niños asesinados era Hallie Scruggs, la hija del pastor de la iglesia. «Estamos desconsolados. Era un gran regalo», declaró Chad Scruggs a medios locales. Cuando se le preguntó si la identidad de género de Hale pudo haber sido un factor en el ataque, la policía dijo que estaban investigando todas las pistas.
Frente a la escuela, ubicada en el sur de Nashville, los dolientes dejaban flores y peluches en un memorial improvisado.