Singapur está viviendo una afluencia de familias ultrarricas de China, que buscan proteger su patrimonio de un Partido Comunista que las mira cada vez con más recelo. Las recientes medidas de control contra magnates tecnológicos y celebridades reacias a pagar impuestos, así como los tres años de la rígida política de cero covid, llevaron a muchos chinos acaudalados a buscar un refugio seguro.
Nerviosos por la suerte de sus fortunas, algunos de los más ricos de China tomaron rumbo a Singapur, dijeron fuentes conocedoras a la agencia AFP. Y es que la ciudad-Estado, un gran centro financiero asiático, tiene todo lo que buscan los magnates.
Singapur ha estado gobernado por un partido único durante seis décadas y están prohibidas las huelgas y protestas callejeras. Los impuestos son relativamente bajos y la población es en su mayoría de origen chino. La presencia de los millonarios chinos recién se nota en Singapur, con algunos instalados en casas de lujo frente al mar en la isla Sentosa, que cuenta con un parque temático, casino y club de golf.
La mudanza a Singapur deja las fortunas de los chinos más ricos fuera del alcance de Beijing, cuyas medidas tienen nerviosos a los millonarios. Jack Ma, uno de los empresarios asiáticos más conocidos, perdió unos 25 mil millones de dólares cuando los reguladores chinos suspendieron en 2020 la salida a bolsa del grupo de comercio electrónico que dirigía, Alibaba.
Otros magnates chinos temen que el Partido Comunista aplique presiones similares o incluso compre sus negocios a precios bajos, dijo un contable conocedor del tema. El traslado a Singapur sirve para asegurar que la riqueza familiar esté a salvo.
«Se trasladan a Singapur para asegurar que el patrimonio familiar queda a salvo y que pueda durar varias generaciones», indicó el contable.
Singapur es visto cada vez más como un hogar y no un plan B, indicó una fuente de la industria, quien agregó que unos clientes le dijeron: «Al menos, estando aquí, sé que mi dinero es mío». Uno de los fundadores de Haidilao, la mayor cadena de restaurantes de caldero chino, instaló recientemente en Singapur lo que se conoce como una oficina familiar.
La Autoridad Monetaria de Singapur calcula que el número de oficinas familiares —sociedades de administración de patrimonios individuales y grupales— pasó de 400 en el año 2020 a 700 en 2021. Loh Kia Meng, codirector de patrimonio privado y oficinas familiares de la firma legal Dentons Rodyk, calculó que para finales de 2020 se habrían instalado mil 500 oficinas familiares en Singapur.
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