La caída en las encuestas de Claudia Sheinbaum provocó una reacción de Adán Augusto López Hernández, la corcholata más discreta, es un decir, de los simpatizantes de Marcelo Ebrard y hasta la incorporación de Ricardo Monreal en la lista oficial de Morena, aunque el presidente no lo incluye entre sus hermanos, así les dice a sus consentidos.
Yo sigo pensando que el favorito de López Obrador es el Secretario de Gobernación, lo que se va a ratificar si su estrategia es inteligente y no tan torpe como lo ocurrido con los saludos de los futbolistas, con cartuchos quemados como Giovanni o irrelevantes como Braulio Luna. Si le cobraron sus dizque asesores, lo están engañando, por no decir robando.
Las reacciones de la Jefa de Gobierno han sido desastrosas, el Metro de la Ciudad de México ya le está cobrando una factura, incluso más cara que las tragedias del colegio Enrique Rébsamen o la estación Olivos de la línea 12, a pesar de la cantidad de muertos que se registraron.
Llevar la Guardia Nacional por petición propia o por orden desde Palacio Nacional ha sido un grave error, los usuarios se ven y se sienten invadidos, las fallas en el sistema son de todos los días y mandar el mensaje de que los pasajeros o los trabajadores sabotean su fuente de transporte o de trabajo es una tontería, la verdad es que el presupuesto lo han reducido, el colmo es que se registre subejercicio.
Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal van en el mismo paquete, ambos conocen hasta la médula a López Obrador, han sido víctimas de sus caprichos e imposiciones, el Canciller en 2012, cuando pudo ganar la presidencia y el senador marginado en la contienda por la Ciudad de México y desairado durante el último año.
El presidente sabe que hay serios riesgos de que su partido pierda en 2024, por eso está urgido de que la oposición presente su candidato, sus desesperados esfuerzos han ido desde especular con una lista que se sacaron de la manga, la descalificación de algunos como Enrique de la Madrid o Gustavo de Hoyos. Nada le gustaría más que usar la mañanera como artillería contra el aspirante opositor.
También López Obrador sabe de la vulnerabilidad de Claudia Sheinbaum, los riesgos de que muchos no den su voto a una mujer, por muy misógino que se escuche, pero sobre todo por el lastre que la acompaña, en una campaña las tragedias serían aprovechadas para presentarla como una persona incompetente e insensible.
Seguramente muchas cosas van a cambiar en el primer semestre del año, las corcholatas jugarán en una ruleta que un día proyecta a uno y a la siguiente tirada a otro. Lo que no cambiará en Morena es el dedo elector, por más que diga lo contrario, será Andrés Manuel López Obrador quien decida, muy al estilo del viejo PRI y habrá que recordar que para él 90 por ciento de lealtad y 10 por ciento de capacidad. Seguro que no quiere verse en un juicio marca Genaro García Luna.
AL MARGEN
¿Quiénes son los 4 ¿abogados? que se titularon con una tesis igual que la de Edgar Ulises Báez y Jasmín Esquivel? Porque ha trascendido que son por lo menos seis casos similares. La tarea de la UNAM no terminará con aclarar los dos polémicos casos, deberá investigar y sancionar a los demás plagiarios. Independientemente de que será necesaria una limpia general de tesis plagiadas a lo largo de la historia y en todas las carreras y grados.