El Cristalazo

Cómo engañar al Presidente

Publicado por
Héctor García

Si pudiéramos regresar al quince de diciembre y gozosos recrear la conmovedora imagen del señor presidente quien munífico colmaba de honores y reconocimiento a Ricardo Mejía Berdeja, un subsecretario de Seguridad tan merolico como López Gatell en la subsecretaría de Salud, de seguro quedaríamos incrédulos ante el espectáculo de la desinformación en el Ejecutivo.

 Decía el señor presidente con todo el poder de su intimidante fama de hombre bien informado:

“… Va a continuar Ricardo como subsecretario de Seguridad Pública, nos ayuda mucho, le tenemos toda la confianza, pero además me va a representar en Coahuila, porque tenemos proyectos que son muy importantes para el pueblo de Coahuila…”

  Pues los proyectos en los cuales lo iba a representar deben ser tan importantes para el pueblo de Coahuila como para olvidarse de ellos en menos de un mes…

“Les menciono lo del Agua Saludable para La Laguna, es algo que me importa mucho…”

 

Pues le importará a él, porque a Mejía Berdeja, le valió una arveja, pero sigamos…

“…También el que se pueda, aun cuando es un asunto complejo, darle una salida al problema de Altos Hornos de México…”

 

Pues de salida a salida…

“Y va a seguir ayudando Ricardo en Coahuila para mantener la paz, la tranquilidad. Se manejó mucho, por la politiquería, de que iba a desaparecer el Mando Especial de La Laguna. Aprovecho para decir que no es cierto.

 

“Esto me lo plantearon en una reunión que tuve hace como una semana con empresarios aquí en la Ciudad de México, de repente se paró un empresario y me dijo: ‘Oiga, ¿y por qué van a quitar el Mando Especial de La Laguna?’; le digo: Pues es la primera vez que lo estoy escuchando. Pero es parte de la politiquería para echarle la culpa al gobierno federal…” (¿de qué?)

 

–Y va a seguir ayudando Ricardo en Coahuila, decía convencido el señor presidente. E insistía…

“Entonces, él va a seguir ayudándonos en esto. 

 

“Y con mucha responsabilidad, con mucha madurez me expresó que la decisión que se tomó a partir de las encuestas en el partido al que pertenecemos los dos, la aceptaba…”

 

Pues quien sabe cuándo lo engañó, porque el berrinche, llamémosle el “camachazo”, le brotó desde los primeros días. Al menos esto dijeron los diarios tres días antes de la emocionada perorata presidencial y la reiteración de cómo ayuda Ricardo y cómo lo iba a seguir haciendo. (Ajá)

Aquí lo extraño es la forma como este caballero con verba de vendedor de almejas en Caleta (¿le muevo la panza?)  le tomó el pelo a un hombre tan sagaz, astuto e inteligente como nuestro señor presidente, hasta empujarlo a comprometer su palabra y su diagnóstico político y su representación personal, por si lo anterior no fuera suficiente, en proyectos de importancia, con un merolico lenguaraz, cuya capacidad de fingimiento se nota a varias calles de distancia. ¡Válgame Dios!

“ (Crónica 12 de diciembre).- El subsecretario de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Ricardo Mejía Berdeja descalificó los resultados de las encuestas de Morena donde resultó ganador el senador, Armando Guadiana y calificó como “amañados” esos sondeos por lo cual llamó a sus huestes a mantenerse movilizados pues advirtió que este episodio “aún no está cerrado”.

“Como en el beisbol, esto no está cerrado hasta que caiga el último out…” Y ya cayó.

“Entonces, es un ejemplo Ricardo. Ya más no les voy a seguir diciendo, ¡ya!”, fue la frase con la cual el señor presidente culminó su respuesta en la mañanera del quince de diciembre y la conferencia misma de esa fecha.

Yo no lo sabía, pero ahora lo se.

Engañar a un presidente en esta república, es cosa fácil.

Al menos lo fue para Mejía quien ahora navega (es un decir), en las palustres filas del Partido del Trabajo.

Como hubiera dicho quien bordó la bandera de la República de California, EU.

–¿Me quedó bonito el oso?

Rafael Cardona

Compartir:
Compartir
Publicado por
Héctor García