Poseedor de un nombre de peso en las letras mexicanas, sobre todo por sus aportaciones críticas y ensayísticas, Guillermo Sheridan ha desarrollado, además, una innegable maestría en algo cuya especialidad no tiene nombre (y si lo tiene lo ignoro, la revelación de plagios, fusilatas o simplemente piratería intelectual; robo de ideas o asalto a la inteligencia ajena.
Quienes se pasan de listos con el plagio, no parecen tener otra inteligencia.
¿Cómo se podría llamar? ¿Plagiólogo? O mejor, farsantólogo. Es como el polígrafo de las letras (en sentido de literatura) y también. De las tesis profesionales, pues guarda varias presas en su sala de trofeos, en este disciplinado ejercicio cinegético.
Recordemos (mayo 2022):
La semana pasada nombró director del Instituto Nacional de Ecología (INECOL) al Dr. Armando Contreras Hernández. El diario La Crónica reportó opiniones en el sentido de que no cumplía los requisitos de la convocatoria.
“Varias citas de la semblanza que Contreras presentó ante el Conacyt parecen confirmarlo, por ejemplo, cuando declara que le gusta “mirar desde otras perspectivas la hueya (sic) de mi transitar”. Tal cual.
No es posible, me dije, y busqué más información. Lo primero que hallé fue una participación de Contreras en “La ciencia es tu derecho». Reflexiones críticas sobre políticas, normas e instituciones”, seminario que presidió Álvarez-Buylla en noviembre de 2021 y puede verse en la página del Conacyt:
Otro fue en marzo de este mismo año. Este es el tweet de la página de “El Universal”, donde se contiene la información completa. El señor Gertz, pirata con fiscalía autónoma. Pura farsa fraudulenta con diploma de investigador. No es chiste.
“Este fue uno de los plagios (liga www) que cometió Gertz. Es uno de los libros que hicieron de él investigador nacional del más alto nivel y que Álvarez -Buylla consideró parte de una “obra notable”.
Pero Sheridan ha abordado otros casos antes del más reciente (Sealtiel Alatriste, por ejemplo; otro copión) en el cual se exhibe como Yazmín Esquivel –hoy con toga suprema y justiciera–, se ha fusilado la tesis del abogado, Ulises Báez. A Gertz lo protegió María Elena Álvarez Buylla, quien cobra como directora del destartalado CONACyT.
Vamos a ver ahora si la UNAM – como hizo el Opus Dei con la fusilata de Enrique Peña Nieto en la UP, revelada en 2016–, protege a quien en su tiempo fue alumna de la prestigiosa Casa de Estudios, donde es posible robar una tesis bajo las narices del revisor o director, sin consecuencias.
Ahora se conoce la vehemencia de una asesora académica, Martha Rodríguez, quien al parecer es experta en pasar por alto las copias al carbón. Ha dirigido a ciegas 500 tesis y defiende a YEM con la mamila del feminismo y la misoginia. Alguien le habla a Raúl Contreras, el director de la Facultad de Derecho de la UNAM.
Pero no sólo en la academia se da esto.
Ahora, como andamos todos en la moda peruana y la “mafia” de la Universidad de Guadalajara y su feria de literatura, conviene recordar este caso:
“(El País. 09).- El autor de Un mundo para Julius, el peruano Alfredo Bryce Echenique (Lima, 1939), plagió un total de 16 artículos de 15 autores distintos, según ha resuelto el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual de Perú (INDECOPI), quien ha sancionado al literato y ha difundido la noticia a través de un comunicado… El escritor ha sido sancionado con una multa de unos 40.000 euros…”
Pues a ese bucanero la FIL le dio su premio de literatura en 2012, a pesar de las evidencias, con un pretexto idiota: la obra literaria es la obra literaria, y las acusaciones de plagio competen al ámbito penal. Perú lo multó con 40 mil Euros y FIL lo premió con 150 mil dólares.
Buena utilidad para robar ideas.
Rafael Cardona