Rafael Cardona en su Cristalazo, consideró que no solo es escandaloso, sino hasta indignante, que una persona con tal calidad moral, llegue al puesto de ministra, y que incluso aspire a ser quien encabece uno de los tres poderes de la nación. Más allá de que Yasmín Esquivel sigue sin refutar el claro plagio, ni dar explicación a las tesis idénticas, también surge la duda de bajo qué tipo de acuerdo está presionando también a diversos académicos, para que intenten penosamente salir a defender lo indefendible, más aun considerando el poder que ostenta.
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