Pese a no contar con los nombres estelares en su plantel, el equipo holandés entraña un hueso muy duro de roer para cualquier enemigo. Su fortaleza reside en el hambre de unos jugadores con unas ganas tremendas de reivindicarse tras ser señalados en muchos casos en sus respectivos clubes. De Jong, Depay o incluso Dumfries no cuentan precisamente con la mejor prensa.