Terceras Home

Con el crimen no se negocia: Juan María Naveja

Publicado por
José Cárdenas

Juan María Naveja

 

 

 

Resulta hasta ofensivo promover una paz narca o una negociación con los grupos del crimen organizado cuando en México hay más de 100 mil desaparecidos y solo en este gobierno más de 135 homicidios dolosos.

Como con otros asuntos, no sabemos lo esencial ¿El expresidente del PAN convertido al lopezobradorismo, Manuel Espino, emprendió un acercamiento con cárteles por cuenta propia o con el consentimiento de alguna autoridad, llámese presidente de la república o titular de Gobernación? Porque si recibió respuesta de dos de los contactados la oferta iba de parte de alguien que hasta hace poco ocupó un alto cargo en el área de seguridad.

El presidente atajó el asunto con sus declaraciones mañaneras, pero unas horas después emprendía su cuarto viaje a Badiraguato, él y su equipo cercano, nada de prensa ni invitados especiales, si acaso el gobernador de Sinaloa, quien como el Chapo Guzmán también es originario de Badiraguato.

El asunto cobró tales dimensiones que López Obrador, otra vez, lanzó una apuesta temeraria, esta vez no puso en riesgo su nombre sino su presidencia, por cierto, los cargos de elección popular no son renunciables.

Manuel Espino provocó una especie de Deja Vú, su iniciativa de negociar con los grupos criminales hace recordar los tiempos en que se veía como una solución un acuerdo no expreso para atenuar sus operaciones.

Por eso hablar de negociación es un verdadero disparate, tal vez en el pasado hubo acuerdos y componendas que atenuaron o disfrazaron la situación, ciudades que limpiaron algunas zonas pero solo trasladaron el problema a los barrios pobres. Atrás se quedaron lealtaes y hasta códigos de conducta de la mafia.

Hoy el crimen organizado ha diversificado sus intereses, no basta con solucionar una variante: narcotráfico, tráfico de armas, de personas, de órganos, trata de blancas, lavado de dinero, secuestro, robo y venta de combustible, cobro de piso, asaltos, robos a negocios y casas habitación, robo de partes y vehículos, tráfico de documentos, invasión de predios, asesinatos; bueno ya tenemos localidades donde son los dueños de la plaza, ponen el precio a productos escasos como limón, pollo o aguacate, claro previamente se abastecen de dichos productos.

Y sí, hay cárteles poderosos que se concentran en el tráfico de drogas, ya no sabemos si tienen control del 30 ó 35 por ciento del territorio nacional, según el exembajador de Estados Unidos, Christoper Landau o el 70 por ciento según Guacamaya Leaks.

¿Y los deudos? Uno de los obstáculos más serios para la paz en Colombia fue tratar de reconciliar a los familiares de las víctimas con los guerrilleros. En el caso de México es previsible anticipar que los familiares, amigos y allegados de los miles y miles de desaparecidos y asesinados no tienen el ánimo de perdonar y menos si ni siquiera han podido darle sepultura a sus seres queridos.

Negociar no soluciona, solo legitima la actividad de los criminales.

La solución está en el respeto a la ley en la construcción del estado de derecho. No lo va a resolver un país así se trate de una potencia como Estados Unidos, el camino es la integración de una coalición internacional que enfrente al crimen desde la ley, no por la vía de la negociación y menos de la simulación, porque tarde o temprano los abrazos se convierten en balazos.

 

TE PUEDE INTERESAR:

Compartir:
Compartir
Publicado por
José Cárdenas