El multimillonario austríaco Dietrich Mateschitz, fundador y propietario de la empresa de bebidas energéticas Red Bull y de varios clubes del fútbol y escuderías de Fórmula 1, entre otros, murió a los 78 años de edad, informó este sábado la radio pública austríaca ORF. Mateschitz se encontraba atravesando una enfermedad hacía meses.
Red Bull patrocina o es propietario de numerosos equipos deportivos, como las escuderías de Fórmula 1 Red Bull y Alpha Tauri, y varios clubes de fútbol, entre ellos el austríaco Red Bull de Salzburgo y el RB Leipzig de la Bundesliga alemana, así como otros clubes en Estados Unidos, Brasil o Ghana.
La empresa patrocina a numerosos atletas y es un nombre de referencia en eventos de deportes extremos, como moto y bicicross o vuelo acrobático.
La revista Forbes estimaba en abril pasado su fortuna en 27.400 millones de euros, con lo que ocupa el puesto 51 en la lista de personas más ricas del mundo que elabora esa publicación.
Mateschitz nació el 20 de mayo de 1944 en la región asutríaca de Estiria, en una familia de maestros. Se graduó en Economía y Administración de Empresas en la Universidad de Viena, lo que le permitió ser la mente detrás de la gran revolución de bebidas energéticas y el mundo de los deportes extremos. Su carrera profesional incluyó también su paso por multinacionales como Unilever y Blendax, donde se desempeñó como gerente de mercadotecnia.
El nacimiento y éxito de Red Bull
Sin saberlo ni buscarlo, un viaje de negocios a Tailandia en 1984 marcó el rumbo de su vida profesional. En ese viaje descubrió la bebida energética Krating Daeng (toro rojo en tailandés) y, fascinado por su sabor, consiguió asociarse con su creador para, más tarde convertirla en Red Bull y ofrecerla en el mundo occidental.
“Jamás creí que lo que empezó como un gusto personal sería una bomba mundial”, mencionó Mateschitz alguna vez.
En 1987 la marca desembarcó en Austria y, desde entonces se volvió extremadamente popular, con más de siete millones de latas vendidas cada año -suficientes para proveer de cafeína al 80 % de la población mundial-.
Según datos del registro mercantil, la empresa registró ventas por el valor de 7.307 millones de euros solo en 2021.
El éxito y la visibilidad masiva de la marca del toro rojo se basa en la enorme inversión que realiza en publicidad. La compañía destina hasta el 30 por ciento de su facturación a estas campañas, comparado con el apenas nueve por ciento que utilizan marcas masivas como Coca-Cola. Así, cientos de personalidades de todo el mundo relacionadas con los deportes de invierno y alto riesgo han sido las caras visibles de la marca por años.
Además, a comienzos de los 2000 Red Bull descubrió en la Fórmula 1 a su gran expositor. Esto llevó a Mateschitz a fundar su propia escudería de F1 –Red Bull Racing– tras la compra de la británica Jaguar, en el 2004. Hasta entonces, el empresario se mostraba como patrocinador de la escudería suiza Sauber.
A pesar del gran éxito de la marca, en sus inicios tuvo períodos poco destacados. Recién en 2010 consiguó un doble triunfo que le permitió alcanzar la cima: el campeonato de constructores y el de pilotos. Sin embargo, lejos de haber sido casualidad, esta victoria se debio al dominio de la marca de Mateschitz durante esa década, con tres “dobletes” consecutivos en 2011, 2012 y 2013.
Una vida de negocios
Además de esta escudería central, el empresario tenía una secundaria en la que formaba a jóvenes pilotos, Alpha Tauri. Pero su imperio deportivo va más allá de los circuitos ya que tenía también un equipo de fútbol de la primera división austríaca -Red Bull Salzburgo- que se consagró ocho veces campeón nacional de manera consecutiva desde el 2014 y, hace años, un habitual en la Liga de los Campeones.
RB Leipzig -uno de los equipos más fuertes de la Bundesliga alemana-, los Red Bulls de Nueva York -de la liga profesional de fútbol de Estados Unidos- y dos clubes de categorías inferiores de Brasil figuran también entre el legado de Mateschitz.
Por último, fuera del ámbito deportivo, Red Bull tiene su propio canal de televisión y una revista –Red Bulletin-, cuya tirada alcanza los varios millones de ejemplares en inglés, alemán, francés y español.