Tanto el revuelo levantado por la publicación de El rey del cash como el desatado por la llamada Casa Gris, que no acaba por extinguirse, se hubieran terminado casi de inmediato con una simple explicación en cada caso: ¿De qué vivieron el presidente y su familia entre 2005 y 2018? Vaya, con una declaración de impuestos, el libro de Elena Chávez perdería impacto, lo mismo sucedería con una constancia irrefutable del estado de Texas en el caso del inmueble que habitaron el hijo mayor del presidente y su familia.
No ha sido así, por lo tanto las especulaciones predominan y los van a perseguir por mucho tiempo, porque al libro le seguirán otros, es la historia de la vida privada de los gobernantes en México y en el mundo.
Elena Chávez cumple con amplitud su promesa de dar testimonio de lo que vió y vivió en el tiempo que estuvo relacionada con César Yáñez. Su trabajo no es un estudio científico ni una investigación pormenorizada, lo sostiene en varias ocasiones y hasta el prólogo de Anabel Hernández lo subraya, es un TESTIMONIO, así que reclamar pruebas y evidencias no está en sus compromisos con los lectores, quienes lo compramos o los que han dedicado tiempo en las versiones electrónicas que han venido circulando por todas las redes sociales.
Hay en El rey del cash una serie de revelaciones que no por conocidas en los círculos del poder pierden valor, por el contrario, dan pié para tratar de saber más.
Al presidente los dos temas sañalados al principio le han calado, lo de su hijo, lo mantuvo por varias semanas, día con día en su show matutino hacía referencias que si al parecer la señora tiene dinero, que José Ramón ya tiene 40 años, que si Loret tiene muchas propiedades; mientras tanto se difundían fotos de su hijo menor jugueteando en la alberca de la casa de Houston, se revelaban los jugosos contratos entre Pemex y Baker Hughes, la vinculación de José Ramón con los hijos de Daniel Chávez, el empresario y amigo de López Obrador.
Ya se choteó el asunto de sus 200 pesos en la cartera. En una declaración que poco le ayuda al mandatario dice que no sabe ni de cheques ni de tarjetas de crédito, que a él le daban para sus gastos su primera esposa y ahora la segunda. ¿Cómo le hizo que entre la muerte de Rocío el 12 de enero de 2003 y su casamiento con Beatriz el 16 de octubre de 2006? Pasaron más de dos y medio años, período en el que debió estar a su suerte, sobre todo porque después de dejar la jefatura de gobierno ya no tuvo ingresos.
Hay en el libro una serie de revelaciones de la relación íntima de la pareja palaciega, pero eso corresponde a sus vidas privadas y, como en todo matrimonio, les corresponde a ellos afrontarlas.
Algunos defensores ya replican con aquello de que todos roban y como ven a Andrés Manuel como una especie de Robin Hood dicen que el dinero era para buenos propósitos. Pero sigue la pregunta sin respuesta ¿De qué vivió Andrés Manuel Lóopez Obrador entre 2005 y 2018?
Al margen
Una dura y merecida respuesta le dio el gobernador de Jalisco al secretario de Gobernación, quien va por los estados haciendo críticas innecesarias y ofensivas, pero lo verdaderamente preocupante es el escudo de impunidad con que la presidencia y sus legisladores sobreprotegen a los titulares de las fuerzas armadas. Atender las citas a las cámaras es una obligación constitucional. Impedir que comparezcan ante los representantes populares y de los estados solo confirma los temores de hacer de los militares un estado aparte y eso es muy peligroso para la república.
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