Una de las más grandes exhibiciones de agencias, fabricantes y automóviles llegó a París, en Francia, con el objetivo de cautivar a propios y a extraños con los próximos modelos de carros de las marcas más exclusivas de todo el mundo, quienes presentarán a lo largo de toda una semana, sus más importantes cambios dentro de la industria automotriz.
Sin embargo, el festejo se vio interrumpido por un grupo de personas que protestaban en contra del lanzamiento o la presentación del automóvil individual de Ferrari; Se trata de hombres y mujeres del grupo Extinction Rebellion, quienes además de gritos, cánticos y pancartas hicieron una curiosa hazaña.
De acuerdo con medios locales, por lo menos una docena acudió a la protesta, y únicamente cuatro de ellos decidieron llevarlo un poco más lejos, fijando sus manos a los automóviles con un poderoso pegamento, con el objetivo de aguantar el tiempo que fuera necesario.
A través de Twitter, la organización aseguró que su forma de pegarse a las «excepcionales máquinas» fue denunciar públicamente que «una industria contaminante que busca lavar su imagen con vehículos «verdes» pero que sigue apostando por el coche individual como transporte del futuro».
Aseguraron que a pesar de que el costo de un automóvil es de 350 Euros al mes, hay por lo menos 13.3 millones de franceses que no pueden costearlo y que además, tienen una situación de movilidad precaria, y no se han desarrollado las variedades suficientes de transporte público para ellos.
Por estas acciones, fueron 11 las personas detenidas, de acuerdo con la propia organización, quienes fueron llevados bajo custodia a la comisaría del distrito 1; «Si bien los delincuentes climáticos pueden estar tranquilos, son los denunciantes los que son criminalizados«, escribieron en sus redes sociales.
A pesar de ello escribieron una serie de demandas:
- Exigimos la prohibición de la publicidad de vehículos individuales.
- Exigimos una mejora del transporte público para reducir la precariedad de la movilidad.
Aseguraron que en caso contrario, seguirían con las revueltas en todo el mundo, como se realizó el día 20 de octubre en el stand de Porsche en el museo de Volkswagen por alrededor de 41 horas, quienes deseaban hablar con el director general de la empresa para que abogue, junto a ellos, por un límite de velocidad en Alemania de 100 kilómetros por hora entre otras peticiones.
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