El tenista suizo Roger Federer puso punto final a su brillantísima carrera con una derrota en el dobles haciendo pareja junto al español Rafael Nadal en la Laver Cup, que cierra su primera jornada con 2-2 en el marcador entre Europa y Resto del Mundo.
«Ha sido un día maravilloso. Les he dicho a los chicos que estoy feliz, no triste», comenzó diciendo en su discurso un Federer que tuvo que dejar de hablar en varias ocasiones al romper a llorar, sobre todo cuando agradeció el apoyo de sus padres, su esposa Mirka y sus hijos, todos presentes para el adiós.
«Jugar con Rafa y tener aquí a todos estos grandes (jugadores), a todas estas leyendas… ¡gracias!», acertó a decir en otro momento, añadiendo que había «disfrutado mucho» haciendo todos esos rituales pre-partido y saltando a la cancha una vez más, pese a reconocer que no estaba en gran forma.
A las lágrimas de Federer tras el partido se unieron las de Nadal, las de los 17.000 espectadores que llenaron el O2 Arena de Londres y las de todos los aficionados al tenis, que ven como este sábado ya (el partido acabó pasada la medianoche londinense), se cierra un capítulo de la historia del tenis con la retirada de uno de los mejores jugadores que ha empuñado nunca una raqueta.