Brasil tiene una cita con las urnas dentro de un mes y el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva sigue sólido en las encuestas, pero el actual presidente, Jair Bolsonaro, conserva ases bajo la manga que pueden forzar una segunda vuelta.
Con el electorado polarizado entre el candidato progresista que pretende volver al poder y el líder de la ultraderecha que intenta retenerlo, la campaña llega a sus últimos 30 días, pero con la clara posibilidad de que, en la primera vuelta del 2 de octubre, ninguno de ellos obtenga más del 50 % de los votos y liquide así la disputa.
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