El uso de semilla de calidad contribuye a aumentar el rendimiento y rentabilidad de los cultivos, enfrentar factores adversos como el cambio climático y satisfacer la creciente demanda de alimentos con mayor calidad nutricional, en beneficio de las cadenas agroalimentarias y la preservación de la agrobiodiversidad del país, afirmó el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula.
La Secretaría seguirá trabajando para asegurar que los agricultores mexicanos cuenten con insumos de calidad que les permitan incrementar la producción de alimentos y, dentro de los cuales, la semilla es la principal, enfatizó al inaugurar el foro: El papel de las semillas mejoradas en el desarrollo del campo y la autosuficiencia alimentaria.
El titular de Agricultura señaló que el objetivo del Programa Nacional de Semillas 2020-2024 es que el productor cuente con semillas de calidad para la agricultura comercial y la de subsistencia, con lo cual se contribuye a la alimentación de toda la población.
Expuso que el 75 por ciento de las unidades de producción en México continúa usando semillas criollas o nativas, adaptadas a regiones específicas. Para ellos también debemos asegurar que tengan acceso a semillas de calidad, manteniendo sus cualidades, características genéticas y, sobre todo, sus atributos, anotó.
Este tipo de insumo representa una vía eficaz para llevar tecnología al campo, ya que permite incrementar la producción sin utilizar más superficie arable, optimizar el recurso agua y reducir el uso de agroquímicos, subrayó Villalobos Arámbula en el evento donde también participó la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier Carrillo.
Esta semilla de calidad también incluye la genética y ciertos atributos que se incorporan a través de la creación de las variedades vegetales, cruzamientos, selección y evaluación, apuntó.
El funcionario federal comentó que, actualmente, existen más de 600 empresas productoras de semillas establecidas a nivel nacional, las cuales producen alrededor de 205 mil toneladas de semillas de 19 cultivos, en ocho mil predios ubicados en todo el país.
Destacó el papel de los bienes y servicios públicos como el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), el Colegio de Postgraduados (Colpos) y la Universidad Autónoma Chapingo, en la generación de semillas para aquellos cultivos que causan poco interés a la iniciativa privada.
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Además, abundó, estas instituciones generan variedades que están disponibles para más de 600 pequeñas empresas semilleras, que no cuentan con un programa de mejoramiento genético propio.
La secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, indicó que en los primeros dos años del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) las exportaciones del sector agroalimentario de México a Norteamérica acumularon un monto de 78 mil 261 millones de dólares, que representan un incremento de 24 por ciento frente a los dos años previos a la entrada en vigor de este acuerdo.
Destacó que también se puede explorar la posibilidad de incursionar en nichos de mercado específicos y que muestran una dinámica importante, dadas las tendencias actuales de consumo, donde la participación de pequeños productores es fundamental, entre ellos los productos orgánicos.
En este escenario, México se posiciona como un socio estratégico para Estados Unidos y Canadá para contar con cadenas alimentarias resilientes y asegurar el abasto, “lo que tenemos que observar como una oportunidad para poder ampliar las posibilidades de exportación y capacidad productiva”, agregó.
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El coordinador general de Agricultura, Santiago Argüello Campos, dijo que la semilla de calidad es uno de los insumos fundamentales para la productividad, resiliencia, mitigar efectos de los imponderables climatológicos y abatir costos de producción.
Resaltó que, por primera vez en la historia, en este sexenio se publicó el Programa Nacional de Semillas, liderado por el Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS), el cual busca incrementar la superficie sembrada con insumo certificado, para dar certidumbre a la producción agrícola.
Señaló que, para la implementación de este programa, se han elaborado instrumentos como la política nacional de semillas y los programas de abasto de semilla para cultivos básicos de frijol, algodón, trigo, arroz y otros importantes como café, cacao, algodón, a los cuales se suman oleaginosas este año.
La presidenta de la Comisión de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural del Senado, Nancy Sánchez Arredondo, aseguró que la alimentación es un asunto de seguridad nacional, por lo que el Estado debe tener la rectoría del sistema alimentario.
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Se pronunció por promover un mercado mixto en el uso de la semilla, donde se tenga seguridad alimentaria sin condiciones de exclusividad tecnológica y de patentes, y responda a las necesidades de autosuficiencia en el sector productivo de autoconsumo, agroindustrial y de exportación.
La presidenta de la Comisión de Desarrollo y Conservación Rural, Agrícola y Autosuficiencia Alimentaria de la Cámara de Diputados, María de Jesús Aguirre Maldonado, señaló la necesidad de promover el desarrollo de empresas productoras de semillas por parte de las organizaciones de agricultores, con el respaldo de universidades y centros de investigación.
Dijo que se requiere un marco legal que garantice el acceso a este insumo para los campesinos y dar certidumbre a los desarrolladores de variedades mejoradas de cultivos básicos y estratégicos como frijol, arroz, trigo y soya, a fin de reducir las importaciones.
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