Arturo Farela Gutiérrez, presidente de la confraternidad nacional de iglesias cristianas evangélicas, en entrevista con José Cárdenas, consideró de “muy mal gusto las críticas vertidas por sacerdotes y obispos de la Iglesia católica por la inseguridad que enfrenta el país. Si los obispos católicos tuvieran prácticas y enseñanzas cristianas, dejarían de estar no solamente criticando las políticas públicas del gobierno federal, sino que ellos mismos estarían dando opiniones fundamentadas en las enseñanzas de Jesucristo, y no lo hacen”, sostiene.
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