Moody’s redujo este martes la calificación de la estatal Comisión Federal de Electricidad de México (CFE) a «Baa2» desde «Baa1» y cambió su perspectiva a «estable» desde «negativa«, luego de su decisión de rebajar la nota soberana del País y la de Pemex. La agencia también rebajó la evaluación crediticia de referencia (BCA) de la CFE a «Ba3 de «Ba2».
La calificación refleja, de acuerdo con Moody’s, la aplicación del marco de análisis conjunto de incumplimiento (JDA) para Emisores Relacionados con el Gobierno (GRI), que toma en cuenta la calificación «Baa2» del Gobierno de México como proveedor de respaldo de CFE; una expectativa de «muy fuerte » respaldo implícito del gobierno a la empresa de servicios públicos en el caso de dificultades financieras y una evaluación de dependencia de incumplimiento «muy alta» entre CFE y el gobierno mexicano.
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Indicó que la BCA de «Ba3» de CFE refleja que su desempeño financiero independiente probablemente seguirá siendo débil en los próximos 18 a 24 meses en medio de un entorno de altos precios del gas natural y desafíos relacionados con su gran programa de gasto de capital que requerirá financiamiento de deuda.
«La CFE puede recuperar costos a través de tarifas a lo largo del tiempo o mediante transferencias gubernamentales extraordinarias, aunque el tamaño y el momento son muy inciertos«, subrayó la agencia.
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Desde que comenzó el conflicto militar en Ucrania a fines de febrero, los precios del gas se han disparado, lo que refleja la incertidumbre en torno a la seguridad energética mundial y elevó los costos operativos de la CFE, refirió.
El escenario base de Moody’s supone que los precios más altos del gas natural se mantendrán muy por encima de los precios históricos en 2022, mejorando a medida que las interrupciones del suministro se reduzcan gradualmente en 2023.
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