Este domingo se realizó la Jornada de Oración por la Paz, la cual fue convocada por integrantes de la iglesia católica y el movimiento jesuita en el país, luego del asesinato de dos sacerdotes en Urique, Chihuahua.
“Necesitamos estar unidos en este momento en que la indignación de nuestro pueblo, ante la barbarie de la violencia, nos están abriendo una puerta para la paz”, indicó la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
En este primer domingo, la Jornada de Oración se realizó por los sacerdotes y religiosos que han sido víctimas de la violencia que se registra en el país.
Se pidió que en las iglesias se colocaran fotografías de quienes han dado su vida por el pueblo y han perdido la vida de forma violenta.
El 31 de julio se realizará una oración por los victimarios en la que se pida por sus vidas y por la conversión de sus corazones.
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