El museo Ripley’s Believe It or Not! negó el jueves que Kim Kardashian dañara el emblemático vestido que Marilyn Monroe usó para cantar “Happy Birthday”.
“Desde la parte inferior de los escalones del Met, donde Kim se puso el vestido, a la parte superior donde fue devuelto, el vestido estaba en la misma condición en la que comenzó”, dijo la vicepresidenta de cesión de derechos y publicación de Ripley’s Amanda Joiner, en un comunicado.
Joiner estaba con el vestido el día de la gala y durante su transportación desde Orlando, Florida, donde fue exhibido por última vez, hacia Nueva York, según Ripley’s.
Poco después de la gala Ripley’s dijo que se cuidó la manipulación del vestido y no se permitió alterarlo. Kardashian llevaba un abrigo que le tapaba la parte trasera, lo que llevó a conjeturas de que no llevaba el cierre cerrado.
Kardashian se cambió para usar una réplica del vestido después de subir por la escalinata del Museo Metropolitano de Arte el 2 de mayo. Usó el vestido original de color crudo sólo unos minutos. Ripley’s compró el vestido por 4.8 millones de dólares en 2016 en una subasta. Morrisette dijo que fue contratado para montar objetos que pertenecieron a Monroe que incluían el vestido que lució en 1962 para cantarle al entonces presidente John F. Kennedy por su cumpleaños 45.
De acuerdo con un reporte de Ripley’s, escrito sobre el estado del vestido a comienzos de 2017, “varias de las costuras están estiradas y desgastadas. No es sorprendente por lo delicado que es el material. Hay fruncimientos en la parte trasera por los ganchos y los ojales”, entre otros daños detectados.
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