En la misa de despedida de los dos sacerdotes asesinados el lunes en su parroquia de Cerocahui, Chihuahua, la Comunidad Jesuita pidió al Presidente Andrés Manuel López Obrador revisar su proyecto de seguridad pública pues no ha funcionado y llamó a un diálogo nacional para detener el «río de sangre» que corre por el País.
«Respetuosamente pido, pedimos, señor Presidente de la República, revise su proyecto de seguridad pública, porque no vamos bien, y esto es un clamor popular. Este evento lamentablemente no es aislado en nuestro País, un país invadido por la violencia y por la impunidad», dijo el sacerdote Javier Ávila, líder de la comunidad jesuita en Cerocahui.
«Los abrazos ya no nos alcanzan para cubrir los balazos», sostuvo en la homilía en la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, en la capital de Chihuahua, en honor de Javier Campos Morales, de 79 años, y Joaquín César Mora Salazar, de 80, asesinados cuando salieron a ayudar al guía de turista Pedro Palma que intentó refugiarse en su parroquia.
En la misa participaron el Arzobispo de Chihuahua, Constancio Miranda, el representante en México de la Compañía de Jesús, Luis Gerardo Moro, y se pidió también por Pedro Palma.
«La sangre de Pedro, Javier y Joaquín se unen al río de sangre que corre por nuestro País. Exigimos que las autoridades cumplan con su vocación y deberes», dijo Gerardo Moro en el discurso final.