Tras dos décadas de investigación y experimentación, los oficiales de defensa israelíes tienen un prototipo funcional de un arma láser de alta potencia que puede interceptar cohetes, proyectiles de mortero, drones y misiles antitanque en vuelo.
Los oficiales afirmaron que el sistema tuvo éxito en una serie reciente de pruebas con fuego real en el desierto del sur de Israel. El sistema destruyó un cohete, un proyectil de mortero y un dron.
El gobierno asignó millones de dólares para desarrollar el arma, acción que el primer ministro Naftali Bennett describió la semana pasada como un “punto de inflexión estratégico”. Prometió “rodear a Israel con un muro láser”.
Los involucrados en el desarrollo del sistema afirman que faltan varios años para que esté completamente operativo. Los funcionarios israelíes no han informado si el sistema será efectivo contra los misiles guiados de precisión que, según Israel, Hezbolá está desarrollando en el Líbano.
Se están realizando muchos trabajos prometedores con láser”, afirmó Thomas Karako, investigador sénior del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington. “Esto ya no es ciencia ficción tipo La Guerra de las Galaxias”.
El ejército de Estados Unidos también ha estado trabajando en armas láser, incluidas unas más poderosas capaces de derribar misiles de crucero, y ya está avanzando a la fase de despliegue, aseguró Karako.
Sin embargo, ninguna ha sido probada en batalla todavía, y los rayos láser tienen serias limitaciones, como, por ejemplo, no poder disparar a través de nubes.
El sistema de defensa aérea láser en tierra firme de Israel, llamado Iron Beam, tiene como objetivo complementar, no reemplazar, otros elementos del arsenal de defensa aérea de Israel como la Cúpula de Hierro (Iron Dome), conocido sistema de intercepción de misiles de corto alcance, así como otros sistemas de intercepción de misiles de mediano y largo alcance.
Mientras esos sistemas disparan pequeños misiles guiados para interceptar proyectiles en camino, la nueva arma concentra rayos láser en un punto del proyectil, calentándolo hasta destruirlo.
El ministro de Defensa de Israel, Benny Gantz, sostuvo que Israel fue “uno de los primeros países del mundo” en desarrollar ese tipo de arma.
El general de brigada Yaniv Rotem, jefe del Equipo de Investigación y Desarrollo del Ministerio de Defensa, informó que durante las pruebas de fuego reales en marzo, las amenazas fueron interceptadas segundos después de su detección, no minutos, como en pruebas anteriores, y en un rango de hasta 9.5 kilómetros.
Tenemos un sistema completo para demostrar su capacidad”, reveló en entrevista. “Ya estamos en ese punto”.
La odisea por desarrollar armas láser ha tenido un largo historial de fracasos.
En 1983, el presidente de EU, Ronald Reagan, creó la Iniciativa de Defensa Estratégica, ampliamente ridiculizada como La Guerra de las Galaxias, con la finalidad de encontrar una manera de derribar misiles balísticos nucleares, incluso mediante tecnología láser. Tras gastar más de 200 mil millones de dólares y obtener muy pocos resultados, el proyecto fue abandonado en 1993.
Sin embargo, la investigación continuó con otros programas. A finales de la década de 1990, Israel y Estados Unidos intentaron producir un sistema láser experimental de alta energía con un alcance menos ambicioso, diseñado para destruir cohetes en vuelo. Esa iniciativa, conocida como Nautilus, fue abandonada en 2005, en parte debido al volumen y al bajo rendimiento del sistema.
La tecnología ha pasado ahora del láser químico, que requería productos químicos corrosivos y tóxicos para generar el rayo y una maquinaria casi del tamaño de un laboratorio in situ, al láser de estado sólido, que sólo requiere grandes cantidades de electricidad.
El Ministerio de Defensa de Israel otorgó recientemente un contrato por un valor de más de 100 millones de dólares a la empresa estatal Rafael Advanced Defense Systems Ltd., el principal fabricante del sistema láser.
Hemos estado trabajando en tecnologías láser durante unos 20 años”, afirmó en una entrevista Michael Lurie, vicepresidente y jefe de la Dirección de Sistemas de Maniobras Terrestres de Rafael. “Eran muy engorrosos, enormes y poco efectivos. Tuvimos problemas con la energía, el seguimiento y la capacidad de perforar la atmósfera”.
Pero en los últimos dos años, afirmó, “desciframos la ciencia. En este momento nos enfrentamos a desafíos de ingeniería. Pero ya sabemos que el sistema funciona”.
Los funcionarios israelíes afirman que la principal ventaja del Iron Beam será su costo. Sus intercepciones costarán poco más que la energía necesaria para operarlo. Bennett dio a conocer que las intercepciones del Iron Beam cuestan alrededor de 3.50 dólares por disparo, en comparación con las decenas de miles de dólares por cada intercepción de la Cúpula de Hierro.
Además, la Cúpula de Hierro está fuertemente subsidiada por Estados Unidos, que asignó mil millones de dólares adicionales para el arma en el presupuesto de 2022, en un momento en el que la ayuda militar estadunidense a Israel se ha vuelto cada vez más controversial.
Rotem aseguró que el Iron Beam revertiría la ecuación económica con los enemigos de Israel, que recuperaría su inversión en tan sólo dos semanas de conflicto. Rotem informó que los despliegues iniciales serán alrededor de Gaza y luego a lo largo de las fronteras hostiles de Israel.