Al menos 51 personas perdieron la vida y 24 resultaron heridas a causa de un incendio provocado por los presos durante un motín en la cárcel colombiana de Tuluá.
La tragedia se produjo la madrugada de este martes cuando la Policía acudió al pabellón penal para intervenir en una pelea entre internos. En un principio se pensó que pudieran estar tramando una fuga.
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Los demás reclusos prendieron fuego a los colchones de las celdas con el fin de obstaculizar el paso a los agentes y «cubrir la situación», según explicó el director del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, el general Tito Castellanos.
Por su parte el presidente Iván Duque se solidarizó con las familias de las víctimas, de quienes aún no se conocen sus identidades, e indicó en un mensaje de Twitter que ha dado instrucciones para “adelantar investigaciones que permitan esclarecer esta terrible situación”.
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