Rusia anunció este martes “una nueva fase” de la guerra en Ucrania con el inicio de una ofensiva para “liberar” las regiones separatistas del Dombás, de mayoría prorrusa, en el este del país.
El canciller ruso, Serguéi Lavrov, dijo que esta nueva etapa del conflicto “será un momento muy importante para esta operación especial”, el eufemismo con el que el Kremlin bautizó la invasión lanzada el 24 de febrero.
Ucrania ya alertó este lunes que el régimen de Vladímir Putin había comenzado una gran ofensiva rusa. Volodímir Zelenski y el gobernador regional de Lugansk, Serhiy Gaidai, afirmaron que las tropas rusas habían iniciado «la gran batalla por el Donbás«.
El presidente ucraniano ya reaccionó y manifestó se defenderán. «Pelearemos. No entregaremos nada de Ucrania«, ha defendido. Por esta razón ha propuesto a la Rada Suprema (Parlamento de Ucrania) extender un mes más la ley marcial, que tendría una nueva fecha límite el 25 de mayo.
Lee también: Rusia bombardea fábrica de armas en Kiev
Por lo tanto, las fuerzas ucranianas han rechazado el nuevo ultimátum de Rusia de rendición. El Ministerio de Defensa propuso «a los militantes de batallones nacionalistas y mercenarios extranjeros detener las hostilidades y deponer las armas«. «El coronel general Mijaíl Mizintsev afirmó que «a todos los que depongan las armas se les garantiza la conservación de la vida».
No obstante, tras este rechazo de los ucranianos, la planta de la portuaria ciudad ha sufrido daños por los ataques rusos, según ha informado la agencia Euromaidan Press. Las autoridades de Ucrania han indicado que en la central hay alrededor de un millar de civiles, entre los que se encuentran mujeres y niños.
TE PUEDE INTERESAR: