Desde su salida de Guadalajara el equipo tuvo que evitar ver a sus aficionados, que los esperaban para reclamarles.
El hartazgo de la afición rojiblanca llegó a sus límites. Este viernes, un sector de seguidores se dieron cita en el hotel de concentración del equipo. Llevaron una serenata, hubo reclamos y hasta cristalazos.
Salieron las cartulinas con Amaury Vergara, el dueño del equipo, y Ricardo Peláez, el director deportivo, disfrazados de payasos y los mensajes de “mucho sueldo y pocos huevos”. La afición quería que los jugadores salieran.
Antonio Briseño y Fernando Beltrán atendieron el llamado. Y todo fue caos.
Primero fue un aficionado, pero el segundo y el tercero le siguieron de inmediato, en tanto Briseño y Zaldívar regresaban al hotel.
Se rompió un cristal, luego otro. La seguridad del hotel pronto se vio rebasada. Por fortuna nadie resultó herido.
Los cánticos se incrementaron. Se hicieron escuchar. Fue un ambiente ambivalente. Por un lado, de reclamo ante los pobres resultados del equipo en el torneo. Por el otro, ese cariño incondicional hacia el Guadalajara.
La habitual serenata que se le organiza al Rebaño Sagrado en la capital del país terminó en retos de los aficionados dolidos hacia los jugadores que, consideran, no se entregan en el campo de juego, y en destrozos.
Esta noche nuestros jugadores que viajaron a CDMX para el partido ante Cruz Azul, bajaron al lobby del hotel de concentración para atender a la afición que clamaba por ser escuchada.
Con mucha pena, vimos cómo la violencia se hizo presente poniendo en riesgo nuestra seguridad. pic.twitter.com/EI9zozEZT1
— CHIVAS (@Chivas) April 16, 2022
En las redes sociales, minutos más tarde, lanzaron un comunicado
Comunicado Oficial. pic.twitter.com/EZGsm01TLB
— CHIVAS (@Chivas) April 16, 2022
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