Cada vez más personas regresan a Kiev. A pesar de las advertencias del alcalde de que la ciudad aún no es segura, algo parecido a una vida normal vuelve poco a poco a las calles de la capital ucraniana
Cada vez son más los cafés y restaurantes que abren sus puertas. El restaurante Tin Tin está repleto de clientes. Como Marina, que acaba de volver al país: «Creo que Kiev está volviendo a la vida. El día que volvimos la ciudad estaba más vacía. Pero ahora parece que vuelve más gente».
«Por supuesto, tenemos el equipaje preparado. Porque nunca sabemos lo que puede pasar», asegura Marina que a su vuelta empezó un negocio con su amiga Anna, y por el momento les va bien.
«Hace una semana abrimos nuestro primer negocio, una panadería. Vimos que la gente está volviendo a la ciudad. Tenemos clientes, tenemos invitados. Podemos trabajar, estoy encantada la verdad», cuenta Anna.
Quienes vuelven son principalmente mujeres y niños, que regresan junto a los hombres que se quedaron en sus casas. Son tantos quienes retornan que se ha restablecido la conexión nocturna en autobús entre Varsovia y Kiev.
No muy lejos, los equipos militares desactivan minas y bombas colocadas por las tropas rusas. Un recordatorio de que la guerra está lejos de terminar.