Debido a las sospechas de un nuevo y severo confinamiento en Pekín, cientos de pobladores hicieron compras de pánico en los supermercados de la ciudad, mientras que otros más esperaban su turno en las largas filas que se registraron en los módulos de las pruebas masivas instalados en China.
Así lo informó la madruga autoridades locales quienes indican que la paranoia se apoderó de los ciudadanos chinos. Situación que aún no se encuentra bajo control debido a que el último reporte de los contagios en Shanghái, una de las provincias del gigante asiático, señaló este día que se registraron 51 muertes a causa de la variante ómicron del Covid-19.
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Actualmente, Shanghái ha tenido dificultades en proveer alimentos frescos a las personas confinadas, mientras los pacientes reportan problemas para acceder a atención médica para otros males.
Cabe destacar que, al menos un edificio residencial de Pekín fue cerrado, al tiempo que las escuelas de la capital debieron cancelar clases o cerrar. De igual manera, Pekín también impuso severos controles de ingreso a la ciudad, incluyendo la presentación de pruebas negativas de Coronavirus.
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