El conflicto entre Rusia y Ucrania representa uno de los momentos más peligrosos en décadas y tiene efectos económicos, políticos y humanitarios. “Por eso, la comunidad global debe realizar esfuerzos para detener la invasión y, si es posible, establecer un tribunal especial para castigar al presidente Vladimir Putin”.
Así lo señaló Ban Ki-moon, exsecretario general de las Naciones Unidas, y recordó que la pandemia de covid-19 todavía no ha terminado y sigue afectando a la economía y la sociedad en el mundo, lo que se ve acentuado por una crisis que se creía era un conflicto político entre dos países y que ahora está afectando en todos los niveles.
Esto porque está impactando en el incremento de los precios de alimentos y energéticos, a lo que se añade el asesinato y desplazamiento de personas.
Debemos dar apoyo humanitario a estos refugiados y a la gente de Ucrania, cuyas vidas se han visto afectadas”, aseguró al participar en la 85 Convención Bancaria.
Ki-moon detalló que este conflicto comenzó en 2014 cuando aún ocupaba el cargo de secretario general de las Naciones Unidas y, afortunadamente, la situación actual es muy diferente a ese entonces.
Cuando Rusia tomó Crimea hace casi siete años, la comunidad internacional no actuó tan fuerte como hoy en día y, si bien, las Naciones Unidas condenó el actuar de Rusia y trató de tomar acciones, fue obstaculizada por el poder de la nación europea.