BRÚJULA
Ana Paula Ordorica
Morena quiere arrebatarle a la oposición lo que no logró obtener en las urnas.
Cuando Morena perdió la mitad de las alcaldías en las elecciones intermedias del 2021, tanto la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, como el presidente López Obrador, recibieron un golpe muy duro. Entre otras cosas, fue el principio del discurso de ataque presidencial a las clases medias. Dentro de esas pérdidas, la alcaldía Cuauhtémoc fue especialmente dolorosa. Es la demarcación de Palacio Nacional, la casa del presidente.
Con todo y todo no deja de sorprender la estrategia para sacar a Sandra Cuevas, que le arrebató el triunfo a Dolores Padierna, para que Cuauhtémoc regrese a manos de Morena.
Sandra Cuevas ha cometido toda serie de excesos y errores desde que ganó la alcaldía, no obstante, la consigna en su contra es más que evidente cuando vemos que los excesos y las ilegalidades de los cercanos a Morena no se resuelven (caso Rebsamen; caída de la Línea 12 del Metro) pero cuando se trata de la oposición, la ley es más que expedita. Es hasta excesiva.
El desencuentro actual que llevó a que se separe del cargo por tres días a Cuevas comenzó en febrero pasado por un conflicto entre ella y la subsecretaria de Programas de Alcaldías del Gobierno de la CDMX, Dunia Ludlow, por el reordenamiento de comerciantes informales en el Centro Histórico.
Ante este desencuentro, Cuevas tuvo una reunión en su oficina con dos policías, uno, el encargado de los contratos de los policías para la alcaldía y el otro, Jefe de la policía en Cuauhtémoc. Hay que recordar que con la implementación del Mando Único, los alcaldes no son los jefes inmediatos de la policía. Esta responsabilidad recae en la Secretaria de Seguridad Pública de la CDMX.
¿Qué pasó en esa reunión? Los policías declaran que Cuevas los agredió verbal y físicamente y que los retuvieron en la alcaldía por una hora. Por ello presentaron una denuncia en la que acusaron privación de la libertad; robo; discriminación y abuso de autoridad. Cuevas ha prometido que se presentará mañana jueves a la audiencia a la que ha sido citada con videos que demuestran que los policías han incurrido en falsedad de declaraciones.
Sin embargo, si vemos el trato que han recibido los opositores al gobierno (Rosario Robles; Ricardo Anaya, por mencionar a dos) y vemos las reglas jurídicas que se aplicarían en este caso, no es descabellado pensar cuál es la estrategia en el caso Cuevas.
El jueves próximo, la juez del caso puede vincular a Cuevas a proceso y mantenerla separada del cargo sin necesidad de declararla culpable. Si transcurren 60 días con Cuevas fuera del cargo, su ausencia se considerará definitiva. Así lo establece el capítulo XI, Artículo 66 de la Ley Orgánica de Alcaldías de la CDMX.
¿Y qué pasa entonces? Como la ausencia definitiva ocurre en los dos primeros años del periodo para el cual fue electa Cuevas, Sheinbaum debe enviar una terna para que el Congreso local vote por un alcalde interino. En ese mismo acto, el Congreso solicitará al Instituto Electoral de la Ciudad, dentro de los diez días siguientes a dicho nombramiento, la convocatoria para la elección de la nueva persona que deba concluir el periodo de Cuevas.
El camino para sacar a Cuevas de Cuauhtémoc está clarísimo. Le quieren quitar el puesto que ganó en las urnas a la mala. Morena quiere ganar con trampas legales lo que no pudo ganar mediante el voto.
@AnaPOrdorica
Apostilla: Para que esta estrategia le funcione a Sheinbaum es necesaria la complicidad del poder judicial que ya en varias ocasiones ha demostrado su falta de profesionalismo y autonomía ante los designios del ejecutivo.
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