Este domingo un bombardeo en base militar ucraniana cerca de la frontera de Polinia dejo al menos 35 muertos y 134 heridos. Por su parte, el ministro de Defensa de Ucrania, Oleksii Reznikov, confirmó que el ataque del Ejército ruso a la base había «instructores extranjeros».
El ataque de hoy a la base militar, ciudad fronteriza con Polonia, es un paso más en la escalada del ataque del Ejército ruso a Ucrania que también atenaza cada vez más a la capital Kiev de la que se encuentra a unos 25 kilómetros y avanzando. Las tropas rusas tratan de eliminar las defensas en el oeste y el norte de la ciudad para «bloquearla» dijo el gobierno ucraniano.
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Los ataques se producen cuando Rusia amenazó este sábado con atacar los suministros de armas occidentales a Ucrania, citando sistemas de defensa aérea portátiles y sistemas de misiles antitanque.
La inquietud empezó a calar ayer entre los ucranianos del oeste al recibir esporádicos misiles, enviados desde la cercana y pro Kremlin Bielorrusia. En Leópolis, donde la gente ya ni siquiera se levanta por la noche para esconderse al escuchar las sirenas de ataque antiaéreo, asustan los misiles que comenzaron a caer sobre Lutsk, y sobre Ivano-Frankivsk.
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