Siempre que un gran personaje anuncia su retiro surge una inmensa cantidad de opiniones relacionadas a la grandeza única del que se va.

Y también las odiosas comparaciones: que si es el mejor atleta del mundo, o el deportista más hábil y mejor dotado.

En el caso de Tom Brady siete títulos de Súper Tazón más el cúmulo de récords sumados, son la muestra de su grandeza para una época-la actual- en la que los mariscales de campo son protegidos por las reglas como nunca antes. Por ello pudo seguir jugando hasta los 44 años de edad.

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También es cierto que han existido talentosos quarterbacks previamente a los que no podemos quitar méritos.

Ahora bien, decir que Brady es superior a Michael Jordan, Tigrer Woods o Roger Federer es una necedad, ya que son personajes de especialidades deportivas diferentes y capacidades distintas.

Se va un grande, sí. Y habrá que analizarlo para ser justos, en su contexto.