Alejandro Aguirre
Fue idea del Presidente y no tuvo eco ni con varios de su círculo más cercano. El “todos somos Hugo” resultó ser la ocurrencia del día, justamente antes de “la mañanera”. Informantes en Palacio Nacional comentan que salvo Jorge Alcocer y el propio López-Gatell (quienes sonrieron), el resto de los asistentes prefirieron ser “dueños de su silencio y no prisioneros de sus palabras”.
Y es que la mayoría del personal de confianza gubernamental (directivos y casi todo el gabinete legal y ampliado) no cree en el subsecretario, (ni el propio AMLO confía en él), sin embargo, tal como lo revelé en textos anteriores, se decidió sostener a López Gatell ante la probable necesidad (en el futuro) de un “chivo expiatorio”.
La idea de AMLO nunca fue apoyar “al doctor Hugo” y poner la cara por él, esos tiempos ya pasaron; el objetivo fue buscar defenderse “a como dé lugar” (y a ultranza), de todo aquello que sus adversarios puedan argumentar sobre el manejo de la pandemia.
Fue así como en este ambiente de ocurrencias “pre conferencia mañanera”, AMLO pidió que a partir de ese día todos colocaran en su foto de WhatsApp o redes sociales personales, un diseño uniformado que contuviera la sentencia “todos somos Hugo”, además de un agregado de hashtag para su viralización, cuando menos por una semana.
Con el pasar de las horas, y después de “la mañanera”, el grueso de los colaboradores cercanos y subalternos se negaron a colocar cualquier frase de apoyo a Hugo López Gatell. “No quisieron hacerlo aunque en realidad significara un respaldo al Presidente”, me dijeron. “El doctor es tan impopular que ni con la intervención de AMLO aceptaron”.
El hecho reveló que el apoyo al Presidente (incluso entre su personal de confianza), tiene sus límites, y uno de ellos observa su tope cuando involucra al subsecretario de salud. La campaña se vino abajo y el propio tabasqueño decidió dar marcha atrás, aunque hacia afuera continúe usando su frase “todos somos Hugo”, pero a título personal.
Lo dicho: López-Gatell es tan impresentable que ni la “gente de casa” acepta respaldarlo, aunque se trate de una orden directa del Presidente. “Varios preferirían colocar la imagen de Salinas o Peña a la de Hugo”, me hacen saber al interior; “de ese tamaño es el repudio”. ¿Tanto así?