Emmanuel Macron, presidente de Francia llamó ayer «a la mayor calma», cuando caravanas de vehículos se movilizaban hacia París, para protestar contra el pase sanitario o contra el gobierno.
En una entrevista al diario Ouest-France, el jefe de Estado subrayó que Francia «necesita concordia y mucha benevolencia colectiva» e indicó que «escucha y respeta» «el cansancio» y «la furia» provocadas por la crisis sanitaria.
Los organizadores denuncian el pasaporte de vacunación que entró en vigor el 24 de enero y se reivindican como «chalecos amarillos», movimiento que sacudió en 2018 y 2019 Francia por un alza del precio del combustible.
Los convoyes, que se autodenominan «de la libertad», salieron el miércoles desde las meridionales ciudades francesas de Niza, Bayona y Perpiñán, a los que se sumaron el jueves otras ciudades como Bresty avanzan hacia París.
Su objetivo es participar hoy en las manifestaciones que cada sábado desde hace semanas recorren París para protestar contra las medidas antiCOVID. Algunos quieren desplazarse a Bruselas para una protesta europea.
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