Leopoldo de la Rosa
Persspicax
Es una historia que tiene más de sesenta años. Calificar a los mundiales de fútbol siempre sufriendo, siempre padeciendo la ineptitud de directivos del balompié nacional, viendo sufrir a los seleccionados ante equipos caribeños de ínfimo nivel para que en el último momento rescaten un vergonzoso resultado.
Recuerdo cuando don Fernando Marcos- maestro y compañero en diversas lides- narraba en 1962 desde la República chilena el encuentro ante España con el cual México quedaba eliminado de aquella copa del mundo. Decía don Fer: “Porqué tiene que pasarnos a nosotros. Siempre un poste, un travesaño, algún error, un árbitro con una mala decisión…”
El destino tenía para la representación nacional del fútbol profesional algún imponderable. Y así han pasado los años. Seguimos dependiendo de la suerte o de algún momento de inspiración en la grama para salir adelante y no perder por ejemplo con la poderosa selección de Panamá.
Claro que en realidad lo que sucede es que los directivos del fútbol mexicano hacen un pésimo trabajo y lo único que tienen en mente es el dinero y negocio que representan las transmisiones a través de la tv que por cierto cada vez menos público tienen.
Contratan grandes técnicos con renombre internacional que además cobran una millonada, y nada… todo igual. Ahora terceros en la tabla de calificación rumbo a Qatar, por debajo de Canadá y Estados Unidos, rival en turno este último por cierto.
Ridícula suma de “logros” los del fútbol de nuestra nación que se ha convertido en un espectáculo engaña bobos. Estamos mal y no lo aceptamos, y no cambiamos. Sí, como en muchas otras áreas de la vida nacional… que siga la fiesta, que sigan los gritones de siempre alabando por consigna y engañando a quien se deje… que siga el constante enojo y aburrimiento!