Una camioneta fue abandonada durante la madrugada de este jueves con 10 cadáveres en su interior debajo del árbol de Navidad instalado en Plaza de Armas frente al palacio de gobierno de Zacatecas.
Un discreto operativo del Ejército y de la Guardia Nacional acordonó el lugar durante una hora y después retiraron el vehículo; dos horas después del hecho la zona permanecía sin vigilancia de ninguna corporación de seguridad pública.
Aunque en un principio se dijo que eran seis los cuerpos, las autoridades precisaron horas más tarde que en realidad se trata de 10 los cadávares dejados en el lugar.
El gobernador David Monreal mandó un mensaje a través de las redes sociales, donde pidió a los zacatecanos “encomendarse a Dios”.
Aseguró que la violencia es parte de “la herencia maldita” que le dejaron en el estado y antes de integrarse a la reunión de la Mesa de Construcción de Paz, que está integrada por todas las instituciones de seguridad y justicia dijo: “Así es que hay que encomendarnos a Dios ¡En el nombre sea de Dios y vámonos a las actividades!”.
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