El papa Francisco destacó este sábado en Atenas la responsabilidad de Europa en la crisis migratoria y afirmó que «a veces [está] bloqueada» y «desgarrada por los egoísmos nacionalistas«.
Frente a la llegada de migrantes, Europa «continúa vacilando: la comunidad europea, desgarrada por los egoísmos nacionalistas, a veces aparece bloqueada y no coordinada, en lugar de ser un motor de solidaridad«, declaró el sumo pontífice durante un discurso ofrecido ante las autoridades políticas, civiles y diplomáticas en el palacio presidencial de la capital de Grecia.
Minutos antes, la presidenta griega, Katerina Sakellaropoulou, había aludido a «la humanidad de los griegos y la carga desproporcionada que han soportado» en la gestión de esta crisis.
Citando el «clima», la «pandemia», el «mercado común» y la «pobreza generalizada», el Papa repitió que la comunidad internacional requiere una «colaboración concreta y activa» a través de un «multilateralismo que no se vea asfixiado por pretensiones nacionalistas excesivas».
Francisco también se manifestó preocupado por «el retroceso de la democracia, y no solo en el continente europeo».