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Diálogo inútil: Juan María Naveja

Publicado por
José Cárdenas

Juan María Naveja

 

 

Es lugar común decir que siempre vale la pena el diálogo, la realidad es que a veces no. Las conversaciones entre el gobierno y el PAN están condenadas al fracaso, el presidente no se va a mover un paso (dixit: ni una coma), de sus posiciones en los temas fundamentales, de hecho ya les dijo que espera que la postura sea menos radical y sus legisladores tengan herramientas para decidir si apoyan o no la reforma, y asumir el costo político que tenga su decisión. «Yo creo que es bueno el diálogo, que depongan la actitud extremista de rechazar todo”.

¿Habría tenido sentido un diálogo entre Felipe Calderón y Andrés Manuel López Obrador durante el sexenio del panista? Por supuesto que no, hay quienes aseguran que hubo pláticas privadas entre Carlos Salinas de Gortari y Cuauhtémoc Cárdenas después de la elección de 1988, no es para dudarlo, el Ingeniero se cuece aparte.

En el arranque ya hubo un ganador, el Secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, designado por el presidente para encabezar los encuentros. En las fotos aparece con autoridad, si algo faltase lo complementó el diputado del PAN Santiago Creel, quien elogió la apertura del tabasqueño y hasta dijo que les dispensó un trato cálido.

Ahora bien, lo que da para la especulación son las razones por las que Santiago Creel se esmeró tanto en propiciar el diálogo, hay quienes creen que el PAN quiere tener más opciones para la candidatura presidencial, otros que está protegiando interes suyos y de su hijo, pero también quienes encuentran legítimo su empeño.

Hay un dato que poco trasciende, a distancia o con cercanía, hace tiempo hubo vínculos entre las familias de López Obrador y Santiago Creel por la relación entre sus hijos Andrés Manuel López Beltrán y María Creel Garza.

Lo cierto es que Creel ha capitalizado los dos tiempos, tanto su petición de diálogo como el encuentro al que también asistieron el jefe del partido y un par de gobernadores; su presencia en los medios fue abrumadora, fue visto y escuchado prácticamente en todas las tribunas, chicas o grandes.

El acuerdo es que habrá mesas de diálogo, pero ¿de qué van a dialogar? ¿López Obrador va a dejar de polarizar? ¿Cederá terreno en las reformas energéticas y de la guardia nacional? ¿Será que de la noche a la mañana desaparezcan en las mañaneras expresiones como fifís, neoliberales, conservadores?

Más todavía, se ve muy complicado que el presidente se reuna con los panistas, no tiene empatía hacia ellos, la derrota del 2006 no desaparece de su ánimo y puede decirse que no tiene problemas para reunirse con los otros partidos, de hecho con el PRI ha tenido comunicación frecuente, pero en el PAN está Felipe.

AL MARGEN

Una de las declaraciones más desafortunadas del Presidente López Obrador fue la del viernes pasado cuando prácticamente responsabilizó al gobierno de Estados Unidos y a los miembros de la ONU por la tragedia de Chiapas, absurdo para alguien que a diario habla de la defensa de la soberanía. No hay que darle muchas vueltas, la Guardia Nacional y el Instituto Nacional de Migración son los responsables y las causas están en la corrupción y la supremacía de los grupos de criminales en torno al fenómeno migratorio.

El gobierno de Estados Unidos y Joe Biden ya tienen sus propios errores y omisiones, que resuelvan en su territorio.

¿Y como para cuándo se va a obligar a los gobiernos de Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua de lo que sucede en sus países?

 

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José Cárdenas