Leopoldo de la Rosa
Persspicax
A lo largo del tiempo se ha mantenido como una tradición. Cada cuatro años se convoca y reúne a lo mejor del planeta futbolístico para realizar una gran fiesta. Así lo concibió Jules Rimet afamado francés que sugirió la idea ypor ello en 1930 tuvo verificativo por primera vez en Uruguay. La Copa del Mundo. El mundial de fútbol.
Una vez Europa, una vez América. Los países se alternaban hasta que apareció Asia en el panorama para darle la sede conjuntamente a Corea del Sur y a Japón. Y después en el horizonte se observó África con todo su potencial y se le otorgó la sede a Sudáfrica.
La Federación Internacional de Fútbol Asociación creció y se convirtió en un ente con mayor poderío comparado a muchas naciones. Y por supuesto se contaminó con actos de corrupción y prácticas ajenas al juego limpio y eso generó un caos terrible que ha costado cabezas y puestos de directivos que han ido a dar a la cárcel por vender sus votos al elegir sedes y países para la ya tan famosa copa.
Ahora nos encontramos a un año de la realización del evento en Catar, país del mundo árabe cuestionado por su elección y en las voraces mentes de dirigentes de la FIFA ahora surge la idea de realizar el mundial cada dos años…
En el momento actual existen tantos eventos futbolísticos en el mundo – la Liga de Campeones de aquí y allá , las Ligas en cada nación, las eliminatorias por zona, el fútbol de caballeros y el de damas y el de niños además del de jóvenes valores, etcétera, etcétera- que ya existe una lamentable saturación. Estamos hasta la coronilla de fútbol.
Ya no es como diría don Manuel Seyde en sus Temas del Día del viejo y añorado Excelsior, “La Guerra en Calzoncillos”. Es ahora una burda repetición de juegos que solamente llenan los bolsillos de unos cuantos.
Veremos que decide la Federación Internacional. Queda claro que ya no es cuestión de calidad sino de voracidad…
@poldelar