Un ex guardia de 100 años, que trabajó durante tres años en el campo de concentración de Sachsenhausen, compareció este jueves ante el Tribunal Regional de Neuruppin, en el noreste de Alemania, acusado de ser cómplice del asesinato de más de 3.500 personas.
De esta manera, se ha convertido en la persona más longeva en ser procesada por crímenes cometidos por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
Según la fiscalía, el acusado, identificado como Zyklon B. Josef S., tenía solo 21 años cuando llegó al campo donde habría participado supuestamente en el fusilamiento de prisioneros soviéticos y el asesinato de presos con gas venenoso.
Cabe señalar, que el hombre no está acusado de haber disparado contra los prisioneros, sino de haber contribuido a estos actos por su trabajo como guardia y de haber estado al tanto de que estas muertes ocurrían en los campos.
«El acusado a sabiendas y voluntariamente ayudó e instigó a esto al menos cumpliendo concienzudamente el deber de guardia, que se integró perfectamente en el sistema de matanza», dijo el fiscal Cyrill Klement al tribunal estatal en Neuruppin,
Josef S se enfrenta a un mínimo de tres años de prisión, pero su pena sería simbólica dada su avanzada edad.
En los últimos años, Alemania está compitiendo contra el tiempo para llevar ante la justicia a los últimos perpetradores supervivientes de los crímenes de guerra nazis, que ya están en la vejez.