Persspicax
Lo conocí cuando la Ciudad de México fue sede de uno de los congresos que el Comité Olímpico Internacional organizaba. El evento se realizó en la sede del hotel Camino Real de las calles de General Mariano Escobedo. Era presidido por Jacques Rogge.
Durante largas horas esperé una llamada de don Mario Vázquez Raña en el lobby de dicho hotel para entrevistarlo, desde medio día hasta cerca de las 10 de la noche. La mayor parte de los reporteros y camarógrafos ya se habían retirado. El que me acompañaba por TV Azteca se quejaba amargamente por la espera.
Observé el arribo de don Juan Antonio Samaranch, ex presidente del COI, español por supuesto de gran influencia. Ya cerca de las once, recibí la llamada celular de don Mario, pidiéndome que subiera a la llamada suite presidencial.
Llegué hasta ese sitio y me encontré a los tres en la sala junto a un piano en donde charlé durante 15 minutos con ellos y en exclusiva para mi televisora. Samaranch, Rogge y Vázquez Raña en ese momento tenían un poder inconmensurable.
Jacques Jean Marie Rogge nacido en Bélgica fue el octavo presidente del COI y sucedió a Samaranch manteniendo el cargo hasta 2013 cuando Thomas Bach llegó a la presidencia del mismo.
Fue velerista en eventos olímpicos y posteriormente ayudó a transformar y modernizar al comité con aportaciones de suma importancia para el movimiento olímpico. Buscó la limpieza en el deporte y fue un feroz enemigo del dopaje.
Falleció el domingo pasado y con ello me ha hecho recordar muchos y muy vibrantes momentos en mi carrera periodística. Siempre afable nunca se negó a una entrevista. Indudablemente aquella ocasión con los tres reunidos para la charla, los instantes ahí vividos fueron excepcionales e inolvidables.
Recuerdo que don Mario me dijo al terminar aquella plática: “La paciencia siempre premia… “ Y vaya que sí.
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