Ana Paula Ordorica
Hoy en la Ciudad de México lxs diputadxs y senadorxs pueden ir a un bar, a un restaurante, a llevar a sus hijos a la escuela, pero están limitados para ir a sesionar de manera presencial. ¿Por qué no es esto un escándalo?
En la legislatura que concluyó en agosto fue claro que sesionar a distancia le dio una ventaja a los liderazgos partidistas que aprovechó sobretodo Morena. El ejemplo más claro fue cuando se votó en favor del transitorio que abrió la puerta para la ampliación del mandato del ministro Arturo Zaldívar hasta el 2024.
En ese momento le pregunté a algunxs senadorxs de oposición por qué habían votado en favor de algo que claramente debilitaba al poder judicial y fortalecía al ejecutivo en detrimento de la fortaleza institucional. La respuesta fue que ese día se conjuntaron todos los vicios de las herramientas digitales para favorecer un resultado no buscado ni deseado por varixs senadorxs.
Y es que no es lo mismo estar presente en el salón de sesiones y escuchar a los demás argumentar sus posiciones políticas que estar desde sus casa vía Zoom en donde al pasar de los meses varixs apagaban sus pantallas y simplemente prendían el micrófono para decir el sentido de su voto muchas veces sin haber estado atentos a la discusión.
Esto les dio mucha fuerza a los integrantes de la Mesa Directiva y para los líderes de los partidos significó mayor control sobre sus diputadxs y senadorxs en donde el partido más beneficiado fue Morena, por haber tenido el mayor número de diputadxs bajo su control. En gran parte por ello fue más fácil para Mario Delgado lograr que no se le moviera ninguna coma a iniciativas que fueron prioridad para el presidente como la Ley de Energía Eléctrica.
Para contener el virus en momentos de confinamiento, a los senadores se les dio un dispositivo con huella digital para que pudieran votar desde sus casas y lo que votaran se reflejara en el tablero electrónico. Según me han comentado senadores, muchos no saben ni como se usa este dispositivo. En la Cámara de Diputados la votación se hace mediante celular con reconocimiento facial. Estas medidas hicieron sentido cuando no había ni vacunas ni tratamientos para quienes se contagiaban.
Por ello, al arranque de la nueva legislatura, varios en la oposición han dicho que es momento de regresar a sesionar con las medidas de sana distancia, pero ya presencial. El diputado de Movimiento Ciudadano, Salomón Chertorivsky propuso desde el primer día de esta legislatura que se haga un censo para conocer quienes de lxs legisladorxs ya están vacunados y, basando decisiones en evidencia y números, se regrese a sesionar de manera presencial.
Es claro que el COVID-19 llegó para quedarse. Se tiene que aprender a convivir con el virus. Si los niños ya van a las escuelas presencialmente y no se les ha vacunado ¿por qué los legisladores, que ya tienen acceso a las vacunas, no sesionan presencialmente? ¿Cuál es la justificación de que sigan sesionando en muchos casos desde sus casas en otros estados?
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