Acompañados de sus familiares y amigos, Paola y Dylan llegaron a donde será su última morada, luego de que fueran rescatados de su casa que quedó sepultada por una piedra de 200 toneladas en el derrumbe ubicado en el Cerro del Chiquihuite, municipio Tlalnepantla, Estado de México.
Así, este jueves alrededor de las 10:00 de la mañana, Paola y su pequeño hijo Dylan fueron trasladados al panteón municipal de la de la presa para ser sepultados a lado de la pequeña Mía.
Largas filas de vecinos y una gran concurrencia se registró en el panteón municipal, mientras que al salir rumbo al camposanto, los féretros con los restos de madre e hijo fueron despedidos entre aplausos y porras.
Minutos antes de ser sepultados se ofreció una misa donde se pidió el eterno descanso de Paola y sus hijos; además de que también tocó un grupo musical que le gustaba a Paola, llamado ‘Perro Negro’.
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