En una recopilación que duró 10 años en ser captada, se muestra a la luna en sus 48 colores debido a diferentes fenómenos atmosféricos, con el fin de presentar la gama de colores más acertadas, hasta el día de hoy, del satélite natural más grande de la Tierra.
La imagen resalta una colección de colores aparentes de la luna llena documentados por la astrónoma italiana, Marcella Guilia Pace en colaboración con la NASA.
Fuera de la atmósfera de la Tierra, la oscura luna, la cual brilla reflejando luz solar, aparece de un magnífico gris con tintes marrones. Sin embargo, vista desde dentro de la atmósfera de la Tierra, la luna puede percibirse de manera muy diferente.
La apariencia de la luna también está enlazada con las condiciones atmosféricas de la tierra, como las nubes, el polvo en suspensión, etc. En este sentido, la escala de Danjon se usa para medir la luminosidad del gran satélite y, del mismo modo, sus colores.
La luna coloreada de rojo o amarillo usualmente indica que es vista cerca del horizonte. Allí, algo de la luz azul ha sido dispersada por una trayectoria larga a través de la atmósfera de la Tierra, algunas veces cargada con polvo fino.
Una luna coloreada de azul es más rara y puede indicar una luna vista a través de una atmósfera que arrastra partículas de polvo más grandes.
En otro punto, lo que crea la luna de color púrpura no está claro, podría ser una combinación de varios efectos.
Y la última imagen capta al eclipse total de luna de julio 2018, donde el satélite, dentro de la sombra de la Tierra, apareció de un rojo tenue, debido a la luz refractada a través del aire alrededor de la Tierra.