Rusia y China figuran como los únicos países hasta ahora que han mostrado un acercamiento con los talibanes a su regreso al poder en Afganistán.
El embajador ruso en Kabul se reunirá con los talibanes el martes en la capital afgana, informó el responsable de Afganistán en el Kremlin, Zamir Kabulov.
El funcionario explicó que su país decidirá si reconoce o no a las autoridades de los insurgentes en función de sus «acciones».
Los talibanes «garantizan ya la seguridad del perímetro exterior de la embajada rusa. Mañana van a hablar de este tema a largo plazo», dijo Kabulov a la radio Ekho Moskvy..
“El reconocimiento o no dependerá de las acciones de este nuevo régimen», insistió.
“Vamos a mirar con atención hasta que punto su enfoque de gobierno del país es responsable (…) Y las autoridades rusas sacarán las conclusiones necesarias», agregó.
Rusia dijo el domingo que no preveía una evacuación de su embajada en Kabul, asegurando que habían recibido «garantías» de parte de los talibanes sobre la seguridad de su misión diplomática.
Por su parte, China, que comparte 76 kilómetros de frontera con Afganistán, indicó este lunes que quería mantener «relaciones amistosas» con los talibanes, un día después de que entraran en Kabul y provocaran la desintegración del gobierno.
“China respeta el derecho del pueblo afgano a decidir su propio destino y futuro y desea seguir manteniendo relaciones amistosas y de cooperación con Afganistán», dijo a la prensa una portavoz de la diplomacia china, Hua Chunying.
La portavoz precisó que la embajada china en Kabul «sigue funcionando normalmente».
El poder chino calificó en las últimas semanas de «irresponsable» la retirada de Estados Unidos de Afganistán, al temer una guerra civil en este país vecino.
China sumó también en 2016 a Afganistán a su gran proyecto de infraestructuras de las «Nuevas rutas de la seda».
Pero, a falta de seguridad, las inversiones chinas han sido modestas: 4.4 millones de dólares en 2020, según el ministerio chino de Comercio.
Fuente: AFP